sábado, 22 de agosto de 2015

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

 
 
"El que pueda con esto, que lo haga"   "...En aquel tiempo, se acercaron a Jesús unos fariseos y le preguntaron para ponerlo a prueba: ¿Es lícito a uno despedir a su mujer por cualquier motivo? Él les respondió: ¿No habéis leído que el Creador en el principio los creó hombre y mujer, y dijo: Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne? De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Pues lo que Dios ha unido que no lo separe el hombre. Ellos insistieron: ¿Y por qué mandó Moisés darle acta de repudio y divorciarse? Él les contestó: Por lo tercos que sois os permitió Moisés divorciaros de vuestras mujeres; pero al principio no era así. Ahora os digo yo que si uno se divorcia de su mujer –no hablo de prostitución- y se casa con otra, comete adulterio. Los discípulos le replicaron: Si ésa es la situación del hombre con la mujer, no trae cuenta casarse. Pero Él les dijo: No todos pueden con eso, sólo los que han recibido ese don. Hay eunucos que salieron así del vientre de su madre, a otros los hicieron los hombres, y hay quienes se hacen eunucos por el Reino de los Cielos. El que pueda con esto, que lo haga."
                                                                                                                Mateo 19, 3-12
       El matrimonio, como el celibato, como el ser médico, ingeniero, agricultor, etc., es una vocación. Por lo tanto, si lo escogimos, debemos tener algunas condiciones, y ello, lo que sea que escojamos, debe tener algún atractivo para nosotros. Pero además, el matrimonio, es el destino, es el proyecto que, desde la creación, el Creador señaló para el hombre. Él no quería que el hombre estuviera sólo, quería que hiciera el camino de la vida en compañía de la mujer, porque así los creó: "en el principio los creó hombre y mujer" y "lo que Dios ha unido que no lo separe el hombre". Los problemas que muchas veces pueden hacer tambalear y fracasar esa unión, lo logran porque nos olvidamos de lo que Dios quiere. Y si Él nos creó y lo dispuso así, es porque es su voluntad, es su querer. Y, si ese es su querer, no va a negarnos su ayuda para que lo llevemos a cabo. Solicitémosla y no pensemos más en que el divorcio, la separación, es la única manera de seguir adelante. La mano del Señor siempre está tendida hacia nosotros en actitud de acogida. No la despreciemos.
Propósito: Hoy recordaré que debo defender y luchar por lo que es el deseo y proyecto del Padre.
                 ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                  Viernes. Agosto 14 de 2015
J. RUIZ

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