sábado, 20 de junio de 2015

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

 
 
Abandonémonos en las manos del Padre.   "...En aquel tiempo Jesús decía: Nadie puede servir a dos señores; porque aborrecerá a uno y amará al otro; o bien se entregará a uno y despreciará al otro. No podéis servir a Dios y al Dinero. Por eso os digo: No andéis preocupados por vuestra vida, qué comeréis, ni por vuestro cuerpo, con qué os vestiréis. ¿No vale más la vida que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? Mirad las aves del cielo: no siembran, ni cosechan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellas? por lo demás, ¿Quién de vosotros puede, por más que se preocupe, añadir un solo codo a la medida de su vida? Y del vestido, ¿por qué preocuparos? Observad los lirios del campo, cómo crecen; no se fatigan, ni hilan. Pero yo os digo que ni Salomón, en toda su gloria, se vistió como uno de ellos. Pues si a la hierba del campo, que hoy es y mañana se echa al horno, Dios así la viste, ¿no lo hará mucho más con vosotros, hombres de poca fe? No andéis, pues, preocupados diciendo: ¿Qué vamos a comer?, ¿Qué vamos a beber?, ¿con qué vamos a vestirnos? Que por todas esas cosas se afanan los gentiles; pues ya sabe vuestro Padre celestial que tenéis necesidad de todo eso. Buscad primero su Reino y su justicia, y todas esas cosas se os darán por añadidura. Así que no os preocupéis del mañana: el mañana se preocupará de sí mismo. Cada día tiene bastante con su propio mal".
                                                                                                                  Mateo 6, 24-34
       La vida a veces se nos hace tan pesada y las preocupaciones nos agobian de tal manera, porque nos imponemos nosotros mismos cargas que no nos corresponden. Las preocupaciones excesivas por el mañana van a resolver muy poco, por no decir, nada. No hagamos tanto caso a las cosas de este mundo. Es un señor  al que no vale la pena servir. La paga que él nos provee es siempre efímera y no alcanza para nada.  Creamos a Jesús, si de veras le amamos, cuando nos asegura que el Padre no nos abandonará jamás, siempre que permanezcamos en Él, y que Él tiene previstas y resueltas todas nuestras necesidades, hasta las mínimas. Y su recompensa por servirle será eterna. Preocupémonos sólo de que el Reino del Padre y su justicia se propaguen por doquier y lo demás nos lo "dará por añadidura". Él lo puede, Él lo quiere y así lo hará. Ése sí es un Señor.
Propósito: Hoy procuraré estar, permanecer, en el Padre y no me preocuparé de nada más.
                   ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                     Sábado. Junio 20 de 2015
J. RUIZ

No hay comentarios:

Publicar un comentario