"Habéis oído que se dijo...Pues yo os digo:..." "...En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Habéis oído que se dijo: Ojo por ojo y diente por diente. Pues yo os digo: no resistáis al mal; antes bien, al que te abofetee en la mejilla derecha ofrécele también la otra: al que quiera pleitear contigo para quitarte la túnica déjale también el manto; y al que te obligue a andar una milla vete con él dos. A quien te pida da, y al que desee que le prestes algo no le vuelvas la espalda."
Mateo 5, 38-42
Jesús no vino a abolir la ley, sino a darle cumplimiento, a complementarla. El "ojo por ojo y diente por diente", es lo justo. Pero eso, para un cristiano, no es suficiente. Hay que ir más allá: debemos responder al mal, con el bien. Pero "poner la otra mejilla", no es renunciar a nuestros derechos. Debemos reclamar y denunciar, si es el caso, decididamente a quien ha ofendido cometiendo alguna injusticia, a nosotros o a un tercero, no con ánimo de venganza, sino haciéndole saber que está mal lo que ha hecho y que no debe hacerlo más. Debemos estar abiertos y dispuestos al perdón, pero firmes en nuestra posición de no permitir injusticias. En el momento actual de nuestra búsqueda desesperada de la paz en nuestro país, ¡cómo da lugar a reflexión este Evangelio! Tenemos que estar dispuestos a perdonar, pero de ninguna manera, a olvidar y a permitir que tantas injusticias, tantos crímenes contra los campesinos y contra la naturaleza se sigan cometiendo impunemente y a la sombra de la amenaza de levantarse de la mesa de negociaciones. Que el Buen Dios ilumine a nuestros gobernantes y también a los llamados dirigentes (yo diría, cabecillas) de los bandidos, para que comprendan que a ellos nadie los ha nombrado voceros de este pueblo por el que dicen, mentirosamente, luchar y al que, día a día, están acabando por saciar su apetito voraz de dinero y de poder. ¿Será que tendremos que ir todos hasta sus guaridas a decirles que, por favor, ya no nos "representen", no nos "defiendan" más?
Propósito: Hoy será un día para pensar en cómo aplicar estas palabras evangélicas a nuestra situación actual.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
J. RUIZ
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