martes, 2 de junio de 2015

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

 
  
Debemos dar fruto ara pagar el alquiler de la viña a nuestro cargo   "...En aquel tiempo Jesús se puso a hablarles en parábolas a los sumos sacerdotes: Un hombre plantó una viña, la rodeó de una cerca, cavó un lagar y edificó una torre; la arrendó a unos labradores, y se ausentó. Envió un siervo a los labradores a su debido tiempo para recibir de ellos una parte de los frutos de la viña. Ellos le agarraron, le golpearon y le despacharon con las manos vacías. De nuevo les envió a otro siervo; también a éste le descalabraron y le insultaron. Y envió a otro y a éste le mataron; y también a otros muchos, hiriendo a unos, matando a otros. Todavía le quedaba un hijo querido; les envió a éste, el último, diciendo: A mi hijo le respetarán. Pero aquellos labradores dijeron entre sí: Este es el heredero. Vamos, matémosle, y será nuestra la herencia. Le agarraron, le mataron y le echaron fuera de la viña. ¿Qué hará el dueño de la viña? Vendrá y dará muerte a los labradores y entregará la viña a otros. ¿No habéis leído esta Escritura: La piedra que los constructores desecharon, en piedra angular se ha convertido; fue el Señor quien hizo esto y es maravilloso a nuestros ojos? Trataban de detenerle - pero tuvieron miedo a la gente - porque habían comprendido que la parábola la había dicho por ellos. Y dejándole, se fueron".
                                                                    Marcos 12, 1-12
       El alquiler que debemos pagar por esta finca con todas las mejoras y servicios, que el Dueño de la Viña confió a nuestro cargo, es la santidad personal - "sed santos como vuestro Padre lo es" - y la lucha para que los demás también lo sean, movidos, motivados, por nuestra palabra y nuestro ejemplo: Id y llevad a todas las gentes la Buena Noticia del Reino de Dios. Comunicación constante con el Dueño, en la oración; acogida de su Palabra con el corazón dispuesto, y servicio a los demás, especialmente a los más necesitados, sin condiciones y sólo por amor a Él, reconociendo en ellos la presencia liberadora de Jesús, el Hijo del Dueño.
Propósito: Hoy meditaré cómo es mi comportamiento como arrendatario de la propiedad de mi Señor.
                ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                  Lunes. junio 1 DE 2015
J. RUIZ
 

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