Curación de dos ciegos. "...Cuando Jesús salía de Cafarnaúm, lo siguieron dos ciegos gritando: ¡Ten piedad de nosotros, Hijo de David! Y al llegar a casa, se le acercaron los ciegos, y Jesús les preguntó: ¿Creen que puedo hacerlo? Ellos le contestaron: Sí, Señor. Entonces les tocó los ojos diciendo: Que se haga en ustedes conforme a su fe. Y se les abrieron sus ojos. Jesús les ordenó severamente: ¡Que nadie lo sepa! Pero ellos, en cuanto salieron, divulgaron su fama por toda aquella región".
Mateo 9, 27-31
Todo se hará en nosotros conforme a nuestra fe. Si ella es grande y firme, como la de aquellos ciegos de Cafarnaum, seguramente los resultados de nuestras peticiones serán los mejores. Pero para lograr una fe así, hay que combatir diariamente "mi combate, he corrido hasta la meta, he mantenido mi fe", como dice el gran Pablo. Porque la fe no es una iluminación, un conocimiento cierto, que llega de repente. No, hay que conquistarla en la lucha diaria, en "mi combate", a veces entre lágrimas de dudas y desesperanzas, pero con la certeza interior de que Jesús es el único que puede. Y como es compasivo y misericordioso, Él lo hará.
Propósito: Hoy pediré al Señor que aumente mi fe y me ayude en el diario combate de mi incredulidad.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Viernes. Diciembre 5 de 2014
J. RUIZ
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