miércoles, 17 de diciembre de 2014

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

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Libro de la generación de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham:    "...Abraham engendró a Isaac, Isaac engendró a Jacob, Jacob engendró a Judá y a sus hermanos, Judá engendró, de Tamar, a Fares y a Zara, Fares engendró a Esrom, Esrom engendró a Aram, Aram engendró a Aminadab, Aminadab engendró a Naassón, Naassón engendró a Salmón, Salmón engendró, de Rajab, a Booz, Booz engendró, de Rut, a Obed, Obed engendró a Jesé, Jesé engendró al rey David. David engendró, de la que fue mujer de Urías, a Salomón, Salomón engendró a Roboam, Roboam engendró a Abiá, Abiá engendró a Asaf, Asaf engendró a Josafat, Josafat engendró a Joram, Joram engendró a Ozías, Ozías engendró a Joatam, Joatam engendró a Acaz, Acaz engendró a Ezequías, Ezequías engendró a Manasés, Manasés engendró a Amón, Amón engendró a Josías, Josías engendró a Jeconías y a sus hermanos, cuando la deportación a Babilonia. Después de la deportación a Babilonia, Jeconías engendró a Salatiel, Salatiel engendró a Zorobabel, Zorobabel engendró a Abiud, Abiud engendró a Eliakim, Eliakim engendró a Azor, Azor engendró a Sadoq, Sadoq engendró a Aquim, Aquim engendró a Eliud, Eliud engendró a Eleazar, Eleazar engendró a Mattán, Mattán engendró a Jacob, y Jacob engendró a José, el esposo de María, de la que nació Jesús, llamado Cristo. Así que el total de las generaciones son: desde Abraham hasta David, catorce generaciones; desde David hasta la deportación a Babilonia, catorce generaciones; desde la deportación a Babilonia hasta Cristo, catorce generaciones".
                                Mateo 1, 1-17
       El Evangelio de Mateo nos trae hoy la genealogía de Jesús como para comprobarnos qué tan verdaderamente Dios se hizo igual a nosotros. Así como en todas las familias hay, entre los antepasados, gente muy honorable y buena como también puede haber rufianes y personas no tan honorables, entre los ascendientes de Jesús encontramos prostitutas, como Rahab; homicidas, como David; idólatras, como Salomón. Pero también agrandes ejemplos de fidelidad a Dios, como Abraham y Jacob, hasta llegar a José y María, la "llena de gracia" y "bendita entre todas las mujeres", de la cual nació Jesús. Con los ojos del corazón y de la fe hemos de considerar la grandeza del misterio de un Dios hecho hombre y asumiendo todas nuestras debilidades, todas nuestras carencias, sólo porque nos ama y quiere salvarnos del abismo al que nuestra prepotencia y soberbia nos había arrojado. Dios no es una idea: es una persona encarnada; y la religión no es una filosofía, sino una forma de vida. Preparémonos, pues, a recibirlo con nuestro corazón dispuesto.
Propósito: Hoy pensaré en que Dios se hizo una persona, como yo, sólo porque me ama.
                    ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                           Miércoles. Diciembre 17 de 2014
J. RUIZ

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