viernes, 12 de diciembre de 2014

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

La indiferencia de todos.   "...Decía Jesús a la gente: ¿Pero, con quién compararé a esta generación? Se parece a los chiquillos que, sentados en las plazas, se gritan unos a otros diciendo: Os hemos tocado la flauta, y no habéis bailado, os hemos entonado endechas, y no os habéis lamentado. Porque vino Juan, que ni comía ni bebía, y dicen: Demonio tiene. Vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: Ahí tenéis un comilón y un borracho, amigo de publicanos y pecadores. Y la Sabiduría se ha acreditado por sus obras".
                                                Mateo 11, 16 - 19
       Aquellos y nosotros somos los inconformes de siempre: si es rojo, lo queremos verde; si es duro, pensamos que sería mejor blando; si es para mañana lo queremos hoy. No estamos contentos ni con Juan, el penitente austero, ni con Jesús, el liberado feliz. Somos los mismos que siempre buscamos, y encontramos, una excusa para no hacer lo que debemos o  para hacer lo que no debemos. Es la falta de humildad que nos hace pensar que siempre tenemos la razón. Por eso miramos, pero no vemos y escuchamos, pero no entendemos. ¡ Y Dios es un niño en pañales! ¿Cómo vamos a entenderlo si nuestra prepotencia no nos deja? Necesitamos hacernos como niños: descomplicados, que todo lo ven como es, sin torceduras ni acomodamientos. Recordemos que Jesús daba gracias al Padre "porque había ocultado estas cosas a los sabios y poderosos, y se las había revelado a los humildes y pequeños".
Propósito: Hoy trataré de no olvidar que mi Dios vino como un niño en pañales y, si quiero entender su mensaje, debo procurar hacerme como Él.
                   ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                          Viernes. Diciembre 12 de 2014
J. RUIZ

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