domingo, 5 de octubre de 2014

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

Parábola de los viñadores infieles
Parábola de los viñadores infieles
    "...En aquel tiempo, Jesús dijo a la multitud de los judíos y a los sumos sacerdotes esta parábola: Era un propietario que plantó una viña, la rodeó con una cerca, cavó en ella un lagar y edificó una torre; la arrendó a unos labradores y se ausentó. Cuando llegó el tiempo de los frutos, envió sus siervos a los labradores para recibir sus frutos. Pero los labradores agarraron a los siervos, y a uno le golpearon, a otro le mataron, a otro le apedrearon. De nuevo envió otros siervos en mayor número que los primeros; pero los trataron de la misma manera. Finalmente les envió a su hijo, diciendo: A mi hijo le respetarán. Pero los labradores, al ver al hijo, se dijeron entre sí: Este es el heredero. Vamos, matémosle y quedémonos con su herencia. Y agarrándole, le echaron fuera de la viña y le mataron. Cuando venga, pues, el dueño de la viña, ¿qué hará con aquellos labradores? Le dicen: A esos miserables les dará una muerte miserable arrendará la viña a otros labradores, que le paguen los frutos a su tiempo. Y Jesús les dice: ¿No habéis leído nunca en las Escrituras: La piedra que los constructores desecharon, en piedra angular se ha convertido; fue el Señor quien hizo esto y es maravilloso a nuestros ojos? Por eso os digo: Se os quitará el Reino de Dios para dárselo a un pueblo que rinda sus frutos. Los sumos sacerdotes y los fariseos, al oír sus parábolas, comprendieron que estaba refiriéndose a ellos. Y trataban de detenerle, pero tuvieron miedo a la gente porque le tenían por profeta".
           Mateo, 21, 33-43
       Con la parábola de hoy Jesús nos pide que no seamos como aquellos viñadores infieles y corruptos que, no sólo no le pagaban lo que deberían por el alquiler de su viña, sino que llegaron al colmo de matar a su heredero para  quedarse con la finca. Todos esos bienes, talentos o carismas que el Señor ha distribuido gratuitamente entre nosotros, deben producir réditos suficientes para nuestro bienestar y el de los demás, si dejamos a un  lado nuestro egoismo que genera la corrupción que nos hace creer dueños absolutos de ellos, olvidando que no somos más que simples arrendatarios y que debemos responder con resultados satisfactorios, si no queremos que nos sean quitados y dados a otros.
Propósito: Hoy examinaré si estoy dando algún resultado satisfactorio con los bienes que el Buen Dios ha puesto a mi disposición.
                   ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                    Domingo. Octubre 5 de 2014
J. RUIZ

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