jueves, 5 de junio de 2014

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

Ruega por todos los creyentes
Ruega por todos los creyentes
   "...
Y Jesús seguía diciendo, en su despedida de amor: No ruego sólo por éstos, sino también por aquellos que, por medio de su palabra, creerán en mí, para que todos sean uno. Como tú, Padre, en mí y yo en ti, que ellos también sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado. Yo les he dado la gloria que tú me diste, para que sean uno como nosotros somos uno: yo en ellos y tú en mí, para que sean perfectamente uno, y el mundo conozca que tú me has enviado y que los has amado a ellos como me has amado a mí. Padre, los que tú me has dado, quiero que donde yo esté estén también conmigo, para que contemplan mi gloria, la que me has dado, porque me has amado antes de la creación del mundo. Padre justo, el mundo no te ha conocido, pero yo te he conocido y éstos han conocido que tú me has enviado. Yo les he dado a conocer tu Nombre y se lo seguiré dando a conocer, para que el amor con que tú me has amado esté en ellos y yo en ellos.
                                Juan 17, 20-26 
       En los cristianos deben prevalecer dos rasgos principales: el amor en el servicio y, como nos lo recuerda hoy Jesús, la comunión en la unidad. Estas palabras de afecto y recomendaciones preocupadas del Maestro, no eran sólo para sus discípulos o sus apóstoles, sino por "todos aquellos que, por medio de su palabra, creerán en mí". O sea, por nosotros, por todos los hombres de todos los tiempos y de todos los lugares. Yo creo que por eso hay tanto desconcierto en el mundo de hoy: porque la unidad se ha roto por el egoismo con que todos actuamos, cuando hablamos mal el uno del otro, cuando nos entristecemos por el triunfo de los demás, cuando nos duele que los otros tengan lo que nosotros no tenemos y queremos. Esas actitudes no son de cristianos verdaderos. Ya hoy no se escucha decir a quienes no son cristianos, al referirse a nosotros: Ved cómo se aman. Amor a Dios, expresado en el servicio incondicional a los demás, y comunión fraterna con todos en el compartir, no sólo del pan material, sino de la Eucaristía y de la Palabra viva de Dios. ¡Hagámosle!
Propósito: Hoy compartiré con alegría con quienes me rodean.
                       ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                        Jueves. Junio 5 de 2014
J. RUIZ

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