UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

Ustedes son la luz del mundo

   "...En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: Vosotros sois la sal de la tierra. Mas si la sal se desvirtúa, ¿con qué se la salará? Ya no sirve para nada más que para ser tirada afuera y pisoteada por los hombres. Vosotros sois la luz del mundo. No puede ocultarse una ciudad situada en la cima de un monte. Ni tampoco se enciende una lámpara y la ponen debajo del celemín, sino sobre el candelero, para que alumbre a todos los que están en la casa. Brille así vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en el cielo". 

                                                                                           Mateo 5, 13-16

        Nuestra condición de cristianos ha de ser para los demás, como sal que preserve de la corrupción y como luz que alumbre el camino por donde hemos de hacer nuestro peregrinaje a la Casa del Padre. Y, si por cualquier circunstancia, esa sal empieza a perder sabor o esa luz comienza a atenuarse, acudamos a Jesús que Él, que es Luz del mundo y Sal de la tierra, puede volver a hacernos sal de la buena y luz brillante. Porque donde hay cristianos no debe haber corrupción ni tinieblas: no puede haber injusticias, ni abuso de los débiles, ni violencia, ni desamor, sino que debe notarse la preocupación por los otros, la generosidad y la solidaridad. Pero no olvidemos que no somos más que los granitos de sal: el sabor lo pone es Él, Cristo; que no somos más que lámpara: la luz es Él, Cristo. Por lo tanto, la gloria y la alabanza no deben ser para nosotros, sino para Él, Señor de la Vida, del tiempo y de la historia.

Propósito: Hoy pediré a Jesús que me toquen su luz y su sabor para poder reflejarlos a los demás, para mayor honra y gloria suyas.

                       ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !

                                                                        Martes. Junio 10 de 2014

J. RUIZ