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| La verdadera sabiduría |
"...En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: No todo el que me diga: "Señor, Señor, entrará en el Reino de los Cielos, sino el que haga la voluntad de mi Padre celestial. Muchos me dirán aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre expulsamos demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: ¡Jamás os conocí; apartaos de mí, agentes de iniquidad! Así pues, todo el que oiga estas palabras mías y las ponga en práctica, será como el hombre prudente que edificó su casa sobre roca: cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, y embistieron contra aquella casa; pero ella no cayó, porque estaba cimentada sobre roca. Y todo el que oiga estas palabras mías y no las ponga en práctica, será como el hombre insensato que edificó su casa sobre arena: cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, irrumpieron contra aquella casa y cayó, y fue grande su ruina. Y sucedió que cuando acabó Jesús estos discursos, la gente quedaba asombrada de su doctrina; porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como sus escribas".
Mateo 7, 21-29
No podemos solamente ser "oyentes" de la Palabra de Dios. Tenemos que actuarla, tenemos que vivirla, integrándola totalmente a nuestras actividades del diario vivir, y compartiéndola con quienes por algún motivo no la han recibido. Pero esta integración tiene que hacerse sobre bases firmes. Y la más firme es el amor a Dios, a su Palabra y a los demás, Esa es la roca sobre la que debemos edificar nuestra casa con la certeza de que podrán venir todas las tormentas y soplar todos los vientos que quieran, y ella permanecerá firme, porque así es el amor del Padre: inamovible.
Propósito: Hoy buscaré en mis lecturas la Palabra de Dios para que sea la roca firme, base de mi construcción espiritual.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Jueves. Junio 26 de 2014
J. RUIZ
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