UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

Mi yugo es suave y mi carga ligera      "...En aquel tiempo, tomando Jesús la palabra, dijo: Yo te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a sabios e inteligentes, y se las has revelado a pequeños. Sí, Padre, pues tal ha sido tu beneplácito. Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce bien al Hijo sino el Padre, ni al Padre le conoce bien nadie sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar. Venid a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os daré descanso. Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera".                                                                          Mateo 11, 25-30      "Venid a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os daré descanso...aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas". Mansedumbre y humildad, para poder vivir en paz y disfrutar de las cosas bellas y buenas de la vida. En otra parte dijo también Jesús: "Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán la tierra".  En este mundo, donde sólo el éxito y la notoriedad son aceptados, y en el que muchos creen la enseñanza de Niezstche de que la humildad es un comportamiento de esclavos, estas palabras del Maestro parecen un contrasentido. Y lo son. Pero también son la verdad, y fue revelada, precisamente, no a los poderosos y sabios, sino a los débiles y excluídos, para que, viviéndolas pudieran "poseer la tierra" y ser los dueños del Reino de los cielos. Propósito: Hoy te pido, Señor, me hagas entender que la soberbia no es grandeza: es hinchazón; y lo que está hinchado se ve grande pero no está sano, según San Agustín.                          ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !                                                                           Viernes. Junio 27 de 2014 J. RUIZ