UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

Herodes oye hablar de Jesús    "...Se enteró el tetrarca Herodes de todo lo que pasaba, y estaba perplejo; porque unos decían que Juan había resucitado de entre los muertos; otros, que Elías se había aparecido; y otros, que uno de los antiguos profetas había resucitado. Herodes dijo: A Juan, le decapité yo. ¿Quién es, pues, éste de quien oigo tales cosas? Y deseaba verle".                                                                       Lucas 9, 7-9     Indudablemente la curiosidad es buena, cuando es sincera y sin dobleces, pues por ella despertamos a la vida. Pero la de Herodes, que era corrupto y depravado, se debe a su preocupación porque alguien de pronto le pueda quitar su puesto y sus prebendas. Por eso Jesús no la satisface, ni ahora, ni, cuando, en las horas previas a su muerte, es llevado ante él. Si nosotros también nos hemos preguntado alguna vez: "¿Quién es ese Jesús?", ¿lo habremos hecho con sinceridad de corazón dispuesto para acogerle, escucharle y seguirle? Como ya no lo tenemos de carne y hueso, como en aquella época, hoy en día se nos manifiesta muy especialmente de dos maneras: en la Sagrada Eucaristía y en el rostro cansado y sufriente de los pobres y excluídos del mundo. Propósito: Hoy, Señor, ayúdame a reconocerte en tantos que por cualquier motivo, están pasando trabajos por la pobreza o son perseguidos por los poderosos.                         ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !                                                                          Jueves. Septiembre 26 de 2013 J. RUIZ