jueves, 19 de septiembre de 2013

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

La pecadora arrepentida
La pecadora arrepentida
   "...En aquel tiempo, un fariseo invitó a Jesús a comer con él. Jesús fue a la casa del fariseo y se sentó a la mesa. Una mujer de mala vida en aquella ciudad, cuando supo que Jesús iba a comer ese día en casa del fariseo, tomó consigo un frasco de alabastro con perfume, fue y se puso detrás de Jesús, y comenzó a llorar, y con sus lágrimas bañaba sus pies; los enjugó con su cabellera, los besó y los ungió con el perfume. Viendo esto, el fariseo que lo había invitado comenzó a pensar: Si este hombre fuera profeta, sabría qué clase de mujer es la que lo está tocando; sabría que es una pecadora. Entonces Jesús le dijo: Simón, tengo algo que decirte. El fariseo contestó: Dímelo, Maestro. Él le dijo: Dos hombres le debían dinero a un prestamista. Uno le debía quinientos denarios, y el otro, cincuenta. Como no tenían con qué pagarle, les perdonó la deuda a los dos. ¿Cuál de ellos lo amará más?. Simón le respondió: Supongo que aquel a quien le perdonó más. Entonces Jesús le dijo: Has juzgado bien. Luego, señalando a la mujer, dijo a Simón: ¿Ves a esta mujer? Entré en tu casa y tú no me ofreciste agua para los pies, mientras que ella me los ha bañado con sus lágrimas y me los ha enjugado con sus cabellos. Tú no me diste el beso de saludo; ella, en cambio, desde que entró, no ha dejado de besar mis pies. Tú no ungiste con aceite mi cabeza; ella, en cambio, me ha ungido los pies con perfume. Por lo cual, Yo te digo: sus pecados, que son muchos, le han quedado perdonados, porque ha amado mucho. En cambio, al que poco se le perdona, poco ama. Luego le dijo a la mujer: Tus pecados te han quedado perdonados. Los invitados empezaron a preguntarse a sí mismos: ¿Quién es éste que hasta los pecados perdona? Jesús le dijo a la mujer: Tu fe te ha salvado; vete en paz".
                                Lucas 7,36 - 50
       Aquel fariseo que había invitado a Jesús podría ser muy cumplidor de todas las normas de la Ley y ser muy buena persona, pero sus acciones carecían del elemento que verdaderamente podría hacerlas valiosas: el amor. Eran hechas únicamente por cumplir, por estar de acuerdo con las normas establecidas, pero sin tener de veras en cuenta el espíritu , la intención con el cual fueron creadas. Y el que ama sabe que continuamente le está fallando a quien ama, por lo que necesita ser perdonado continuamente. Y mientras más se le perdona, más aumentará su amor.
Propósito: Hoy mi oración será para pedir perdón al Padre por mis continuas infidelidades y para que aumente mi amor a Él.
                             ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                             Jueves. Septiembre 19 de 2013
J. RUIZ

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