martes, 10 de septiembre de 2013

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

Elección de los doce
Elección de los doce
   "...Sucedió que por aquellos días se fue Jesús al monte a orar, y se pasó la noche en la oración de Dios. Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, y eligió doce de entre ellos, a los que llamó también apóstoles. A Simón, a quien llamó Pedro, y a su hermano Andrés; a Santiago y Juan, a Felipe y Bartolomé, a Mateo y Tomás, a Santiago de Alfeo y Simón, llamado Zelotes; a Judas de Santiago, y a Judas Iscariote, que llegó a ser un traidor. Bajando con ellos se detuvo en un paraje llano; había una gran multitud de discípulos suyos y gran muchedumbre del pueblo, de toda Judea, de Jerusalén y de la región costera de Tiro y Sidón, que habían venido para oírle y ser curados de sus enfermedades. Y los que eran molestados por espíritus inmundos quedaban curados. Toda la gente procuraba tocarle, porque salía de Él una fuerza que sanaba a todos".
                        Lucas 6, 12-19
       La oración íntima, constante y confiada es la que permite la acción de Dios en nosotros. Es la que le indica que nuestra respuesta es un sí a sus requerimientos. Y Jesús, como siempre, con su ejemplo, nos lo enseña y nos lo recuerda constantemente. Cada vez que Él va a tomar alguna acción de importancia, como la elección de quienes sería sus primeros proclamadores de la Buena Noticia del Evangelio, se pone en comunicación con su Padre. Eso es orar: hablar, contar nuestras experiencias, nuestros trabajos, alegrías y sufrimientos. Y escuchar su respuesta, las Palabra que, desde el Evangelio nos indican el camino y que es luz que disipa las sombras que podamos encontrar en él. 
Propósito: Hoy procuraré intensificar mi oración, no tanto en tiempo, sino en concentración e intimidad.
                       ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                        Martes. Septiembre 10 de 2013
J. RUIZ

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