viernes, 28 de junio de 2013

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

La curación de un leproso
La curación de un leproso
   "...Cuando Jesús bajó del monte, fue siguiéndole una gran muchedumbre. En esto, un leproso se acercó y se postró ante él, diciendo: Señor, si quieres puedes limpiarme. Él extendió la mano, le tocó y dijo: Quiero, queda limpio. Y al instante quedó limpio de su lepra. Y Jesús le dice: Mira, no se los digas a nadie, sino vete, muéstrate al sacerdote y presenta la ofrenda que prescribió Moisés, para que les sirva de testimonio".
                                                Mateo 8, 1-4
       Hace unos días Jesús nos preguntaba: "¿Quién decís vosotros que soy yo?" En el Evangelio de hoy nos presenta un leproso que, yo no sé si tendrá claro que Jesús es Dios, pero sí sabe que Él "puede" curar su terrible enfermedad que lo margina y lo hace un excluido de la sociedad de su tiempo. Y con humildad reconoce su condición de enfermo y pide ayuda a quien sabe que puede dársela. Esta sociedad de hoy, tan pagada de sí misma y de sus logros en los avances de la ciencia y de la tecnología, será que sí es capaz de reconocer los pecados, las enfermedades que la aquejan y que son, sobretodo, las injusticias aberrantes que a diario se cometen contra los que, por cualquier circunstancia han quedado por fuera de los círculos cerrados del poder económico, político o civil que dan las riquezas que no son compartidas como debieran serlo, ya que nadie tiene el derecho de acumularlas sin prestar su función social, pues nadie se las va a llevar? Lo dudo. Pero reconozcamos que "para Dios, nada es imposible" y, con humildad repitámosle persistentemente "Señor, si quieres puedes limpiarme".
 Propósito: Hoy reconoceré el poder divino de Jesús, reconoceré el poder de Dios.
                       ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                        Viernes. Junio 28 de 2013
J. RUIZ

No hay comentarios:

Publicar un comentario