viernes, 3 de mayo de 2019

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA


   "...En aquel tiempo Jesús dijo a Nicodemo: Nadie ha subido al cielo sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre. Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así tiene que ser levantado el Hijo del hombre, para que todo el que crea tenga por Él vida eterna. Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en Él no perezca, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no ha enviado a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por Él".
                     Juan 3, 13-17
        En esta conversación se narra el acto de amor supremo de Dios para con el hombre: la Crucifixión.- La Cruz es el símbolo de nosotros los cristianos. Pero sólo puede usarse con amor porque si no, no se entendería. Y, además, no seríamos capaces de amar, como Jesús lo ordena, a Dios y a los demás. Así que, mientras más sincera sea nuestra vida de amor, más fácilmente podremos cargar con nuestras propias cruces, porque el amor todo lo hace fácil y soportable y alegre. Vamos, pues, a tratar de que todos nuestros actos estén impregnados de ese sentimiento que implica compasión, perdón y misericordia para con toda la creación y que se llama: Amor. Nuestra vida y la de quienes nos rodean será mucho más productiva, alegre y plena.
Propósito: Hoy mi petición será: Señor, dáme amor para llevar mi cruz y para soportar la de los demás.
                     ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                            Jueves. Mayo 3 de 2019
J. RUIZ 

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