martes, 25 de julio de 2017

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

   "...Entonces se le acercó la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos, y se postró como para pedirle algo. Él le dijo: ¿Qué quieres? Ella le dice: Manda que estos dos hijos míos se sienten, uno a tu derecha y otro a tu izquierda, en tu Reino. Replicó Jesús: No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber la copa que yo voy a beber? Le dicen: Sí, podemos. Les dijo Jesús: Mi copa, sí la beberéis; pero sentarse a mi derecha o mi izquierda no es cosa mía el concederlo, sino que es para quienes está preparado por mi Padre. Al oír esto los otros diez, se indignaron contra los dos hermanos. Mas Jesús los llamó y dijo: Sabéis que los jefes de las naciones las dominan como señores absolutos, y los grandes las oprimen con su poder. No ha de ser así entre vosotros, sino que el que quiera llegar a ser grande entre vosotros, será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros, será vuestro esclavo; de la misma manera que el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida como rescate por muchos".
                                         Mateo 20, 20-28
        Sin el sufrimiento de la Cruz no habrá gloria de Resurrección y el poder no se hizo para poder, sino para servir.- Dos enseñanzas básicas del Evangelio de hoy. Para poder llegar al Nuevo Reino tenemos que asumir, con amor y fe, el camino que a cada uno nos corresponda transitar: estrecho y tortuoso y con final de muerte, como el del  apóstol Santiago, cuya fiesta celebramos hoy, o talvez un poco más llano y fácil, según lo haya dispuesto la Divina Voluntad del Padre. Pero asumirlo con amor, como lo hizo su Hijo, Jesucristo, para enseñarnos precisamente la manera de hacerlo. Y lo otro, es que, cuando se tiene de alguna manera el poder no es para servirnos de él en provecho propio, sino para servir a los demás, especialmente a los más abandonados y necesitados. Solamente así podremos alcanzar los mejores lugares el día de la rendición de cuentas. Amor y servicio, a Dios por encima de todo, y a los demás, como a nosotros mismos.
Propósito: Hoy evitaré mostrar disgusto, tristeza o enojo, por los problemas que se me puedan presentar.
                       ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                              Martes. Julio 25 de 2017
J. RUIZ 

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