viernes, 30 de junio de 2017

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

   "...En aquel tiempo, cuando Jesús bajó de la montaña, lo iba siguiendo una gran multitud. De pronto se le acercó un leproso, se postró ante él y le dijo: Señor, si quieres, puedes curarme. Jesús extendió la mano y lo tocó, diciéndole: Sí quiero, queda curado. Inmediatamente quedó limpio de la lepra. Jesús le dijo: No le vayas a contar esto a nadie. Pero ve ahora a presentarte al sacerdote y lleva la ofrenda prescrita por Moisés para probar tu curación".
                                                          Mateo 8, 1-4
      Lo primero que debemos hacer, como el leproso, es reconocer que estamos enfermos.- Y luego, también como él, tener la fe necesaria para saber que Jesús puede, que sólo le basta con querer y la curación se hará. Él puede, aunque nosotros no querramos, pero quiere que nosotros participemos en el proceso. Dice San Agustín: "El que te creó sin tí, no te salvará sin tí". Por eso, para ser salvados, debemos tener la humildad suficiente para reconocer que estamos perdidos, que somos culpables, que no somos autosuficientes y que solos no podemos. Entonces decir: "Señor, si quieres, puedes curarme". Y el "quiero, queda curado", no se hará esperar.  Porque Jesús siempre "baja de la montaña" para ponerse a nuestro nivel y para estar lo más cerca posible de nuestras más oscuras realidades y poder resolverlas con eficacia y prontitud.
Propósito: Hoy mi petición será: "Señor, si quieres, puedes curarme".
                     ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                           Viernes. Junio 30 de 2017
J. RUIZ 

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