domingo, 18 de junio de 2017

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

   "...En aquel tiempo decía Jesús: Yo soy el pan vivo, bajado del cielo. Si uno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo le voy a dar, es mi carne por la vida del mundo. Discutían entre sí los judíos y decían: ¿Cómo puede éste darnos a comer su carne? Jesús les dijo: En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo le resucitaré el último día. Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí, y yo en él. Lo mismo que el Padre, que vive, me ha enviado y yo vivo por el Padre, también el que me coma vivirá por mí. Este es el pan bajado del cielo; no como el que comieron vuestros padres, y murieron; el que coma este pan vivirá para siempre".
                                                                                    Juan 6, 51-58
      El pan es vida: el pan material, para el cuerpo. El pan espiritual, para el espíritu.- Y el hombre total está integrado por el cuerpo y el espíritu. Necesita la vida para ambos. Y Jesús es Pan de Vida y de Vida Eterna. Y para el alimento del espíritu no hay otro. Es lo que Jesús nos recuerda hoy en el Evangelio de Juan: "Si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros". Y recordemos que comulgar es saber darse a los demás y aprender a recibir a los demás: es compartir, como Jesús compartió su mesa y su cena con todos nosotros. Y "la Palabra de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros", nos dice Juan al comienzo de su Evangelio, y que "en ella estaba la vida y la vida era la luz de los hombres". Es, pues, nuestra vida y nuestra luz y sin Ella, sin Él, no es posible nuestra verdadera vida. Volvamos a dar a la Eucaristía la gran importancia que tuvo en nuestra vida y en la vida de la Iglesia, y que nunca debió perder. Rescatemos nuestra Vida y nuestra Luz. Volvamos a los Jueves Eucarísticos, vamos a la Cena del Señor.
Propósito. Hoy repetiré la jaculatoria que aprendí desde mi Primera Comunión: Mi Jesús sacramentado, mi dulce amor y consuelo, quién te amara tanto que de amor muriera.!
                    ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                        Domingo. Junio 18 de 2017
J. RUIZ 

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