martes, 3 de enero de 2017

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

   "...En aquel tiempo, vio Juan el Bautista a Jesús venir hacia él y dice: He ahí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Este es por quien yo dije: Detrás de mí viene un hombre, que se ha puesto delante de mí, porque existía antes que yo. Y yo no le conocía, pero he venido a bautizar en agua para que él sea manifestado a Israel. Y Juan dio testimonio diciendo: He visto al Espíritu que bajaba como una paloma del cielo y se quedaba sobre él. Y yo no le conocía pero el que me envió a bautizar con agua, me dijo: Aquel sobre quien veas que baja el Espíritu y se queda sobre él, ése es el que bautiza con Espíritu Santo. Y yo le he visto y doy testimonio de que éste es el Elegido de Dios".
                                                                                                        Juan 1, 29-34
       La perfección de Jesús es, precisamente, la misericordia de Dios que nos purifica.- Juan, inspirado por el Espíritu Santo, lo reconoció así y por eso lo proclama como "el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo". Y es en el Sacramento del Bautismo en donde se da esa purificación y nuestra proclamación como hijos de Dios, hermanos de Jesús y coherederos con Él del Reino de los cielos, la Casa que el Padre nos tiene preparada desde siempre, si acogemos su Palabra, que es Jesús, si la aceptamos y si vivimos conforme a ella, en su amor y en permanente disposición de servicio a los hermanos. Oremos al Señor para que, como Juan, podamos verlo así y dar testimonio de que Él es el Elegido, el Mesías prometido, Rey y Señor de nuestros corazones.
Propósito: Hoy rezaré con atención el Credo para reafirmar mis creencias bautismales.
                   ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                           Martes. Enero 3 de 2017
J. RUIZ

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