"...En aquel tiempo, entró Jesús en una sinagoga y había un hombre que tenía la mano paralizada. Los fariseos estaban al acecho a ver si le curaba en sábado para poder acusarle. Dice al hombre que tenía la mano seca: Levántate ahí en medio. Y les dice: ¿Es lícito en sábado hacer el bien en vez del mal, salvar una vida en vez de destruirla? Pero ellos callaban. Entonces, mirándoles con ira, apenado por la dureza de su corazón, dice al hombre: Extiende la mano. Él la extendió y quedó restablecida su mano. En cuanto salieron los fariseos, se confabularon con los herodianos contra él para ver cómo eliminarle".
Marcos 3, 1-6
Para hacer el bien a los demás nunca podrá ser sábado.- Continúa Jesús hoy resaltando la necesidad de que la interpretación de la Ley, que es necesaria, no puede ser tan cerrada que ni siquiera deje un resquicio por donde, hacer algo bueno por alguien, sea posible. Pero, así como el hombre de la mano seca, sin temor a infringir las normas ceremoniales del sábado, extendió su brazo, también nosotros debemos tener la seguridad de que la dignidad de la persona humana está por encima de cualquier normatividad que pudiera lesionarla o limitarla, y que no podemos tener miedo de preferir hacer una buena obra de ayuda al prójimo, antes que cumplir con un rito ceremonial. Respondamos con lógica a la pregunta de Jesús y no nos ganaremos su mirada de ira, sino que, con seguridad nos mirará complacido y con amor. Para hacer el bien cualquier momento es bueno.
Propósito: Hoy trataré de seguir intentando hacer lo mejor para los demás, sin pensar en posibles restricciones
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Miércoles. Enero 18 de 2017
J. RUIZ
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