martes, 2 de abril de 2019

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA


   "...En un día de fiesta para los judíos, cuando Jesús subió a Jerusalén. Hay en Jerusalén, junto a la puerta de las ovejas, una piscina llamada Betesdá, en hebreo, con cinco pórticos, bajo las cuales yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos y paralíticos,  que esperaban la agitación del agua. Porque el ángel del Señor descendía de vez en cuando a la piscina, agitaba el agua y, el primero que entraba en la piscina, después de que el agua se agitaba, quedaba curado de cualquier enfermedad que tuviera. Entre ellos estaba un hombre que llevaba treinta y ocho años enfermo.  Al verlo ahí tendido, y sabiendo que llevaba mucho tiempo en tal estado, Jesús le dijo: ¿Quieres curarte? Le respondió el enfermo: Señor, no tengo a nadie que me meta en la piscina cuando se agita el agua. Cuando logro llegar, ya  otro ha bajado antes que yo. Jesús le dijo: Levántate, toma tu camilla y anda.  Y al momento el hombre quedó curado, tomó su camilla y se puso a andar. Aquel día era sábado, por eso los judíos le dijeron al que había sido curado: No te es lícito cargar tu camilla. Pero él contestó: El que me curó me dijo: Toma tu camilla y anda. Ellos le preguntaron: ¿Quién es el que te dijo: Toma tu camilla y anda?. Pero el que había sido curado no lo sabía, porque Jesús había desaparecido entre la muchedumbre. Más tarde lo encontró Jesús en el templo y le dijo: Mira, ya quedaste sano. No peques más, no sea que te vaya a suceder algo peor. Aquel hombre fue y les contó a los judíos que el que lo había curado era Jesús. Por eso los judíos perseguían a Jesús, porque hacía estas cosas en sábado".
                                                           Juan 5, 1-16
      El agua de la piscina de Betesda es como un símbolo de la Palabra de Dios.- Cura de todos los males. Pero sólo a quien llega de primero cuando el ángel la agita. En cambio la Palabra trae la vida de Dios a todo aquel que "quiera curarse", llegue a la hora que llegue y en el estado que sea. Siempre el agua ha significado vida. Pero aún así no hemos sabido cuidarla y, hoy en día, se está convirtiendo en un problema más de convivencia, pues no siempre es administrada con equidad. Que no nos pase lo mismo con el agua viva de la Palabra, pues es nuestra fuente de vida espiritual, y, sin ella, como el cuerpo sin el agua, nuestra alma perecerá. Señor, que el agua de tu Palabra, como el agua natural, no siga siendo un "bien escaso", ni causa de más desunión entre los hombres.
Propósito: Hoy mi oración será: Señor, que nunca falte el agua en nuestra mesa ni en la de los demás. 
                    ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                              Martes. Abril 2 de 2019

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