sábado, 24 de noviembre de 2018

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA


   "...En aquel tiempo se acercaron a Jesús algunos de los saduceos, esos que sostienen que no hay resurrección, y le preguntaron: Maestro, Moisés nos dejó escrito que si muere el hermano de alguno, que estaba casado y no tenía hijos, que su hermano tome a la mujer para dar descendencia a su hermano. Eran siete hermanos; habiendo tomado mujer el primero, murió sin hijos; y la tomó el segundo, luego el tercero; del mismo modo los siete murieron también sin dejar hijos. Finalmente, también murió la mujer. Esta, pues, ¿de cuál de ellos será mujer en la resurrección? Porque los siete la tuvieron por mujer. Jesús les dijo: Los hijos de este mundo toman mujer o marido; pero los que alcancen a ser dignos de tener parte en aquel mundo y en la resurrección de entre los muertos, ni ellos tomarán mujer ni ellas marido, ni pueden ya morir, porque son como ángeles, y son hijos de Dios, siendo hijos de la resurrección. Y que los muertos resucitan lo ha indicado también Moisés en lo de la zarza, cuando llama al Señor el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob. No es un Dios de muertos, sino de vivos, porque para él todos viven. Algunos de los escribas le dijeron: Maestro, has hablado bien. Ya no se atrevían a preguntarle nada".
                                                                                                           Lucas 20, 27-40

      Si creemos en Dios tenemos que creer en la Resurrección, porque ¿qué objeto tiene un Dios de muertos?.- Fue el mismo Jesús quien lo dijo y eso nos mantiene en la alegría de una esperanza firme en que sus Palabras no pasarán y siempre se cumplirán. Pero desde ahora tenemos que estar vivos según la forma de vida que Él nos ha enseñado: en el amor a Dios, por encima de cualquiera otra consideración, y en el amor y servicio a los hermanos que puedan necesitarlo. Si así lo hacemos, cuando termine nuestra etapa terrenal, y seamos "dignos de tener parte en aquel mundo", seguramente el comienzo de nuestra vida verdadera, de justicia, paz y felicidad, no tendrá problemas. Y será para siempre.
Propósito: Hoy revisaré si estoy listo para mi nueva vida, siendo consciente de que puede comenzar en cualquier momento.
                     ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                         Sábado. Noviembre 24 de 2018
J. RUIZ

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