Definitivamente el bien y el mal tendrán que convivir hasta el fin del mundo "...Entonces, dejando a la multitud, Jesús regresó a la casa; sus discípulos se acercaron y le dijeron: Explícanos la parábola de la cizaña en el campo. El les respondió: El que siembra la buena semilla es el Hijo del hombre; el campo es el mundo; la buena semilla son los que pertenecen al Reino; la cizaña son los que pertenecen al Maligno, y el enemigo que la siembra es el demonio; la cosecha es el fin del mundo y los cosechadores son los ángeles. Así como se arranca la cizaña y se la quema en el fuego, de la misma manera sucederá al fin del mundo. El Hijo del hombre enviará a sus ángeles, y estos quitarán de su Reino todos los escándalos y a los que hicieron el mal, y los arrojarán en el horno ardiente: allí habrá llanto y rechinar de dientes. Entonces los justos resplandecerán como el sol en el Reino de su Padre. ¡El que tenga oídos, que oiga!"
Mateo 13, 36 -43
Puede ser un misterio y puede ser que, como tal, no lo comprendamos. Pero el mal, según esta parábola, estará siempre presente en el mundo, como cizaña en medio de un fértil trigal, hasta la hora final de la siega, de la cosecha. El enemigo, que es el Maligno, no quiere que la semilla, que es la Palabra de Dios, crezca fértil y dé fruto abundante y sano en nosotros, y por eso siembra dondequiera que puede, la mala semilla de malezas que tratan de robar los nutrientes que han de hacer crecer y fructificar la buena semilla. Y nosotros debemos contrarrestar eso con los herbicidas y "matamalezas" de la oración y las buenas obras que, con la ayuda del Sembrador, harán inútiles las intenciones del Enemigo.
Propósito: Hoy trataré de ser consciente de la necesidad de la oración en mi vida espiritual.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Martes. Julio 26 de 2016
J. RUIZ
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