¡¡¡VIVA CRISTO REY!!!
La Ley de mi Reino es el amor: ese es el poder que tengo "...En aquel tiempo preguntó Pilato a Jesús: ¿Eres tú el rey de los judíos? Jesús le contestó: ¿Dices eso por tu cuenta o te lo han dicho otros de mí? Pilato le respondió: ¿Acaso soy yo judío? Tu pueblo y los sumos sacerdotes te han entregado a mí. ¿Qué has hecho? Jesús le contestó: Mi Reino no es de este mundo. Si mi Reino fuera de este mundo, mis seguidores habrían luchado para que no cayera en manos de los judíos. Pero no, mi Reino no es de aquí. Pilato le dijo: Conque ¿tú eres rey? Jesús le contestó:Tú lo dices: soy Rey. Yo nací y vine al mundo para ser testigo de la verdad. Todo el que es de la verdad, escucha mi voz".
La Ley de mi Reino es el amor: ese es el poder que tengo "...En aquel tiempo preguntó Pilato a Jesús: ¿Eres tú el rey de los judíos? Jesús le contestó: ¿Dices eso por tu cuenta o te lo han dicho otros de mí? Pilato le respondió: ¿Acaso soy yo judío? Tu pueblo y los sumos sacerdotes te han entregado a mí. ¿Qué has hecho? Jesús le contestó: Mi Reino no es de este mundo. Si mi Reino fuera de este mundo, mis seguidores habrían luchado para que no cayera en manos de los judíos. Pero no, mi Reino no es de aquí. Pilato le dijo: Conque ¿tú eres rey? Jesús le contestó:Tú lo dices: soy Rey. Yo nací y vine al mundo para ser testigo de la verdad. Todo el que es de la verdad, escucha mi voz".
Juan 18, 33-37
Jesús a Pilato: "Tú lo dices: soy Rey...Pero mi Reino no es de este mundo". Su Reino se apoya en la Verdad de la cual "vino a ser testigo" porque "la Verdad nos hará libres". La fuerza de su poder está en la Ley que rige a su Reino: la del Amor. Él vino a la tierra a traer la Buena Noticia de que el Reino ya estaba aquí. Tenemos que cambiar la manera de pensar y creer en esa Buena Noticia, viviendo de acuerdo a esa ley nueva que habla de perdón, de compasión, de justicia y de misericordia. Entonces estaremos viviendo en el Reino de Dios, Reino del cual Él es Rey de una manera muy particular: su poder no le viene del dinero y las riquezas, ni de las componendas políticas, ni de la capacidad de avasallamiento de los otros, sino de la disposición permanente de servicio a los demás: "Yo no he venido para ser servido, sino a servir". Y, si todos tratamos de ser como nuestro Rey, todos tendremos el poder. ¡Venga a nosotros tu Reino, Señor!
Propósito: Hoy mi oración será: Quiero ser tu súbdito, Señor, pues tu yugo es suave y tu carga , ligera.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Domingo. Noviembre 22 de 2015
J. RUIZ
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