lunes, 2 de noviembre de 2015

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

 
 
La memoria que guardamos de los muertos, indica que tenemos esperanza   "...En aquel tiempo decía Jesús: Yo soy el pan vivo, bajado del cielo. Si uno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo le voy a dar, es mi carne por la vida del mundo. Discutían entre sí los judíos y decían: ¿Cómo puede éste darnos a comer su carne? Jesús les dijo: En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo le resucitaré el último día. Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí, y yo en él. Lo mismo que el Padre, que vive, me ha enviado y yo vivo por el Padre, también el que me coma vivirá por mí. Este es el pan bajado del cielo; no como el que comieron vuestros padres, y murieron; el que coma este pan vivirá para siempre".
                                                                                                                    Juan 6, 51-58
        La memoria de los muertos y los sufragios que por ellos ha ofrecido la humanidad a través de la historia, es evidencia de la esperanza que siempre ha tenido el hombre de una vida más completa y verdadera, después de la corta y llena de vicisitudes de esta tierra. Y las palabras de Jesús, narradas por Juan en el Evangelio de hoy: "El que coma este pan vivirá para siempre", acrecienta nuestra confianza en que, si acogemos y vivimos sus palabras, como Él nos lo pide, serán la maravillosa realidad de ese Reino de amor, de justicia y de paz para el que fuimos creados desde siempre por la bondad y misericordia de Dios.
Propósito: Hoy haré una oración especial por mis familiares y amigos muertos y por los que no tienen quién los recuerde.
                   ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                    Lunes. Noviembre 2 de 2015
J. RUIZ

No hay comentarios:

Publicar un comentario