sábado, 28 de marzo de 2015

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

"¿Qué os parece? ¿Que no vendrá a la fiesta?"   "... Muchos de los judíos que habían venido a casa de María, viendo lo que había hecho, creyeron en él. Pero algunos de ellos fueron donde los fariseos y les contaron lo que había hecho Jesús. Entonces los sumos sacerdotes y los fariseos convocaron consejo y decían: ¿Qué hacemos? Porque este hombre realiza muchas señales. Si le dejamos que siga así, todos creerán en él y vendrán los romanos y destruirán nuestro Lugar Santo y nuestra nación. Pero uno de ellos, Caifás, que era el Sumo Sacerdote de aquel año, les dijo: Vosotros no sabéis nada, ni caéis en la cuenta que os conviene que muera uno solo por el pueblo y no perezca toda la nación. Esto no lo dijo por su propia cuenta, sino que, como era Sumo Sacerdote aquel año, profetizó que Jesús iba a morir por la nación - y no sólo por la nación, sino también para reunir en uno a los hijos de Dios que estaban dispersos. Desde este día, decidieron darle muerte. Por eso Jesús no andaba a en público entre los judíos, sino que se retiró de allí a la región cercana al desierto, a una ciudad llamada Efraím, y allí residía con sus discípulos. Estaba cerca la Pascua de los judíos, y muchos del país habían subido a Jerusalén, antes de la Pascua para purificarse. Buscaban a Jesús y se decían unos a otros estando en el Templo: ¿Qué os parece? ¿Que no vendrá a la fiesta?"                                                                                                                                 Juan 11, 45-56                                                                                      ¿Cómo no va a venir a la fiesta? Si es allí donde va a llevarse a cabo el gran final, con la refrendación en el árbol de la cruz, del cumplimiento de la promesa del Padre con su pueblo. Es allí donde va a tener lugar el gran misterio de la salvación a través de la Muerte y Resurrección de Jesús. Por eso Él no puede faltar a la cita en la que firmará con su sangre divina el pacto que inaugura el comienzo del Proyecto del Reino de Dios en la tierra y que Él vino a anunciar. Dejemos que Jesús obre "muchas señales" en nosotros para que así, nosotros y muchos otros, creamos en Él. El amor inmenso del Hijo de Dios hasta la muerte por nosotros, es lo que conmemoramos en estos días de cuaresma, para finalizar la próxima semana con la tristeza de su Muerte y con la alegría de su Resurrección. Si tenemos la fuerza de pasar por su muerte, llegaremos también a la gloria de la Resurrección. Pensemos en ello y obremos en consecuencia.                                                     Propósito: Hoy procuraré pensar en la muerte y en la Resurrección de Jesús y en sus consecuencias para la humanidad.                                                                                                      ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !                                                                                             Sábado. Marzo 28 de 2015                 J. RUIZ

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