domingo, 22 de marzo de 2015

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

"Si el grano de trigo no muere, no dá fruto"   "...En aquel tiempo, entre los que habían llegado a Jerusalén para dar culto a Dios con ocasión de la fiesta, había algunos griegos. Estos se acercaron a Felipe, que era natural de Betsaida de Galilea, y le dijeron. Señor, queremos ver a Jesús. Felipe se lo dijo a Andrés, y los dos juntos se lo hicieron saber a Jesús. Jesús contestó: Ha llegado la hora en que Dios va a glorificar al Hijo del hombre. Yo les aseguro que si el grano de trigo que cae en la tierra no muere, queda infecundo; pero si muere dará fruto abundante. Quien aprecia su vida terrena, la perderá; en cambio, quien sepa desprenderse de ella, la conservará para la vida eterna. Si alguien quiere servirme, que me siga; correrá la misma suerte que yo. Todo aquél que me sirva será honrado por mi Padre. Me encuentro profundamente angustiado; pero, ¿qué es lo que puedo decir? ¿Padre, líbrame de esta hora? De ningún modo; porque he venido precisamente para aceptar esta hora. Padre, glorifica tu nombre. Entonces se oyó esta voz venida del cielo: Yo lo he glorificado y volveré a glorificarlo. De los que estaban presentes, unos creyeron que había sido un trueno; otros decían: Le ha hablado un ángel. Jesús explicó: Esta voz se ha dejado oír no por mí, sino por ustedes. Es ahora cuando el mundo va a ser juzgado; es ahora cuando el que tiraniza a este mundo va a ser arrojado fuera. Y yo en vez que haya sido elevado sobre la tierra, atraeré a todos hacía mí. Con esta afirmación, Jesús quiso dar a entender la forma en que iba a morir".
                                                     Juan 12, 20-33
       Estamos ya a una semana de la Semana Mayor. De la Semana que conmemora los misterios más grandes de la fe cristiana: Pasión y muerte afrentosa de Jesús y su Resurrección gloriosa. Y nosotros, como los griegos del relato, vamos itinerantes, peregrinos, buscando aquello que anhela el corazón y que no encontramos entre las innumerables y tentadoras ofertas que el mundo actual, facilista y consumista, nos ofrece. Y aunque la naturaleza humana de Jesús se resiente y se siente angustiada previendo lo que viene, no renuncia a su misión salvadora, y afronta los riesgos con la valentía que da el amor inconmensurable que nos tiene. Él sabe que "si el grano que cae a la tierra no muere, queda infecundo", y la voluntad de su Padre es que dé mucho fruto. Amor y servicio, es el ejemplo con el que predica. O, como diría Msr. Romero, cuya conmemoración del 35° aniversario de su sacrificio, que continúa dando frutos, y la proclamación de su beatificación, se acercan, "la gloria de Dios es que el pobre viva".
Propósito: Hoy meditaré sobre mi condición de peregrino y la necesidad de morir - al egoísmo, al odio, a la injusticia - para dar fruto.
                     ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                            Domingo. Marzo 22 de 2015
J. RUIZ

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