viernes, 6 de marzo de 2015

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

Los viñadores infieles.   "...En aquel tiempo, Jesús dijo a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo esta parábola: Era un propietario que plantó una viña, la rodeó de una cerca, cavó en ella un lagar y edificó una torre; la arrendó a unos labradores y se ausentó. Cuando llegó el tiempo de los frutos, envió sus siervos a los labradores para recibir sus frutos. Pero los labradores agarraron a los siervos, y a uno le golpearon, a otro le mataron, a otro le apedrearon. De nuevo envió otros siervos en mayor número que los primeros; pero los trataron de la misma manera. Finalmente les envió a su hijo, diciendo: A mi hijo le respetarán. Pero los labradores, al ver al hijo, se dijeron entre sí: Este es el heredero. Vamos, matémosle y quedémonos con su herencia. Y agarrándole, le echaron fuera de la viña y le mataron. Cuando venga, pues, el dueño de la viña, ¿qué hará con aquellos labradores? Dícenle: A esos miserables les dará una muerte miserable arrendará la viña a otros labradores, que le paguen los frutos a su tiempo. Y Jesús les dice: ¿No habéis leído nunca en las Escrituras: La piedra que los constructores desecharon, en piedra angular se ha convertido; fue el Señor quien hizo esto y es maravilloso a nuestros ojos? Por eso os digo: Se os quitará el Reino de Dios para dárselo a un pueblo que rinda sus frutos. Al oír estas palabras, los sumos sacerdotes y los fariseos comprendieron que Jesús las decía por ellos y quisieron aprehenderlo, pero tuvieron miedo a la multitud, pues era tenido por un profeta".
          Mateo 21, 33-43. 45-46
       Nuestra vida y nuestro tiempo son los viñedos que el Señor, su dueño, nos alquiló y es lógico que, a su tiempo, espere recibir buenos y abundantes frutos por el uso que hemos hecho de ellos. Pero si nos portamos como los labradores de que habla la parábola no podremos esperar sino lo que ellos recibieron: les dará muerte y alquilará sus tierras a otros que le rindan mejores cuentas. Los frutos de la viña por los que debemos responder son el amor y servicio a los demás, y, con ellos, la justicia, la convivencia, el perdón y la misericordia, lo que, en armonía, constituye el Reino de Dios. Seamos fieles a la Palabra de Dios, compartamos con los demás lo que gratuitamente hemos recibido y los frutos serán abundantes y sanos y nuestro contrato no nos será cancelado.
Propósito: Hoy veré la forma de compartir con alguien lo que yo he recibido.
                  ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                         Viernes. Marzo 6 de 2015 
J. RUIZ

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