viernes, 6 de marzo de 2015

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

                                                    Imágenes integradas 3
El rico Epulón y el pobre Lázaro.   "...En aquel tiempo, Jesús dijo a los fariseos: Había un hombre rico que vestía de púrpura y lino, y celebraba todos los días espléndidas fiestas. Y uno pobre, llamado Lázaro, que, echado junto a su portal, cubierto de llagas, deseaba hartarse de lo que caía de la mesa del rico... pero hasta los perros venían y le lamían las llagas. Sucedió, pues, que murió el pobre y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham. Murió también el rico y fue sepultado. Estando en el infierno entre tormentos, levantó los ojos y vio a lo lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno. Y, gritando, dijo: Padre Abraham, ten compasión de mí y envía a Lázaro a que moje en agua la punta de su dedo y refresque mi lengua, porque estoy atormentado en esta llama. Pero Abraham le dijo: Hijo, recuerda que recibiste tus bienes durante tu vida y Lázaro, al contrario, sus males; ahora, pues, él es aquí consolado y tú atormentado. Y además, entre nosotros y vosotros se interpone un gran abismo, de modo que los que quieran pasar de aquí a vosotros, no puedan; ni de ahí puedan pasar donde nosotros. Replicó: Con todo, te ruego, padre, que le envíes a la casa de mi padre, porque tengo cinco hermanos, para que les dé testimonio, y no vengan también ellos a este lugar de tormento. Le dijo Abraham: Tienen a Moisés y a los profetas; que les oigan. Él dijo: No, padre Abraham; sino que si alguno de entre los muertos va donde ellos, se convertirán. Le contestó: Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se convencerán, aunque un muerto resucite".
                                                                              Lucas 16, 19-31
       Indudablemente la plenitud del Reino de Dios será en el otro mundo. Pero es aquí, en este, donde tendremos que librar las batallas para conquistarlo. Es aquí en donde hemos de escuchar la Palabra y ponerla en práctica, como Jesús nos enseñó. No debemos dedicarnos sólo a vivir nuestra vida sin complicaciones, sin tener en cuenta para nada a los demás; a satisfacer nuestros gustos y apetitos más superfluos, sin darnos cuenta de que talvez al lado hay alguien que ni siquiera puede cubrir sus necesidades básicas para vivir dignamente. No olvidemos que los pobre serán bienaventurados y que cualquier cosa que podamos hacer por ellos, lo más mínimo, será tenido en cuenta a nuestro favor en el día de la rendición de cuentas. Hagamos méritos aquí y ahora: no tenemos otro espacio ni otro tiempo. 
Propósito: Hoy procuraré servir al necesitado que encuentre en mi camino.
                   ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                          Jueves. Marzo 5 de 2015
J. RUIZ

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