El Espíritu Santo es quien hará la obra. "...Salió Jesús de allí y vino a su patria, y sus discípulos le siguen. Cuando llegó el sábado se puso a enseñar en la sinagoga. La multitud, al oírle, quedaba maravillada, y decía: ¿De dónde le viene esto? y ¿qué sabiduría es ésta que le ha sido dada? ¿Y esos milagros hechos por sus manos? ¿No es éste el carpintero, el hijo de María y hermano de Santiago, José, Judas y Simón? ¿Y no están sus hermanas aquí entre nosotros? Y se escandalizaban a causa de él. Jesús les dijo: Un profeta sólo en su patria, entre sus parientes y en su casa carece de prestigio. Y no podía hacer allí ningún milagro, a excepción de unos pocos enfermos a quienes curó imponiéndoles las manos. Y se maravilló de su falta de fe. Y recorría los pueblos del contorno enseñando."
Marcos 6, 1-6
Sólo amemos y tengamos fe. No nos desanimemos si nuestra forma de vivir y de pensar, de acuerdo a las normas evangélicas, sólo producen sonrisas, o talvez lástima, entre los que están cerca. Tratemos de imitar a nuestro Maestro: Él, cuando esto le ocurría, sólo "se maravillaba de su falta de fe. Y recorría los pueblos del contorno enseñando". Al fin y al cabo no somos nosotros mas que un instrumento en las manos del Buen Dios, y es el Espíritu Santo el que, al final, hará la obra. Por eso, con fe y con esperanza, sigamos el camino que Jesús nos vaya señalando, en amor y servicio a los demás, y dejando obrar a su Espíritu en nosotros, que el fruto de ese testimonio se verá cuando Él lo tenga establecido.
Propósito: Hoy viviré con alegría y esperanza mi vida cotidiana.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Miércoles. Febrero 4 de 2015
J. RUIZ
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