jueves, 26 de febrero de 2015

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

El  poder de la oración.   "...En aquel tiempo dijo Jesús: Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá. Porque todo el que pide recibe; el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. ¿O hay acaso alguno entre vosotros que al hijo que le pide pan le dé una piedra; o si le pide un pez, le dé una culebra? Si, pues, vosotros, siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará cosas buenas a los que se las pidan! Por tanto, todo cuanto queráis que os hagan los hombres, hacédselo también vosotros a ellos; porque ésta es la Ley y los Profetas".
                                                                                            Mateo 7, 7-12
       El poder de la oración no tiene límites porque el poder de quien responde tampoco los tiene. Y, además, es nuestro Padre. Y un padre nunca niega nada a sus hijos, a no ser que lo que piden no sea conveniente para ellos, aunque en el momento no lo comprendan así. Es que el Padre es la Bondad misma y, por lo tanto, no puede dar nada distinto: todo lo que Él nos concede es bueno. Lógicamente lo que nosotros pidamos también debe serlo. Y cumplir, como mínimo, con la regla de oro: hacer a los demás lo que queramos que ellos hagan por nosotros.
Propósito: Hoy procuraré portarme con los que me rodean como quiero que ellos lo hagan conmigo.
                 ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                        Jueves. Febrero 26 de 2015
J. RUIZ

No hay comentarios:

Publicar un comentario