Nuestro corazón es una puerta que se abre desde adentro. "...En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: Velen y estén preparados, porque no saben cuándo llegará el momento. Así como un hombre que se va de viaje, deja su casa y encomienda a cada quien lo que debe hacer y encarga al portero que esté velando, así también velen ustedes, pues no saben a que hora va a regresar el dueño de la casa: si al anochecer, a la medianoche, al canto del gallo o a la madrugada. No vaya a suceder que legue de repente y los halle durmiendo. Lo que les digo a ustedes, lo digo para todos: permanezcan alerta".
Marcos 13, 33-37
Durante los últimos días del año litúrgico la Iglesia nos ha venido repitiendo, en las lecturas evangélicas, la necesidad de estar alertas y vigilantes para que la llegada del Rey no nos sorprenda y nos coja "descuidados". Hoy, el primer día del Nuevo Año litúrgico, vuelve con su cantinela: "Velen y estén preparados, porque no saben cuándo llegará el momento".Así como los anuncios terroríficos de los últimos tiempos no deben asustarnos sino llenarnos de esperanzas y alegrías porque lo que viene es grande, así tampoco los tiempos de advenimiento y llegada, que ahora comienzan, deben relajar nuestras costumbres, sino concientizarnos de que necesitamos madurar en el amor y el servicio a los demás, porque esa es la manera como se manejan las cosas en el Reino del amor, de la justicia y de la paz. Nuestro corazón es una puerta que sólo se abre desde adentro: estemos listos para abrirla y acoger a Jesús que llega.
Propósito: Hoy seré consciente de tener mi corazón abierto al paso del Maestro.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Domingo. Noviembre 30 de 2014
J. RUIZ
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