lunes, 17 de noviembre de 2014

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

El ciego de Jericó.   "...En aquel tiempo, cuando se acercaba Jesús a Jericó, estaba un ciego sentado junto al camino pidiendo limosna; al oír que pasaba gente, preguntó qué era aquello.Le informaron que pasaba Jesús el Nazareno y empezó a gritar, diciendo: ¡Jesús, Hijo de David, ten compasión de mí! Los que iban delante le increpaban para que se callara, pero él gritaba mucho más: ¡Hijo de David, ten compasión de mí! Jesús se detuvo, y mandó que se lo trajeran y, cuando se hubo acercado, le preguntó: ¿Qué quieres que te haga? Él dijo: ¡Señor, que vea! Jesús le dijo: Ve. Tu fe te ha salvado. Y al instante recobró la vista, y le seguía glorificando a Dios. Y todo el pueblo, al verlo, alabó a Dios".
                                                                                    Lucas 18, 35-43
       La enseñanza del Evangelio de hoy es un canto de fe y de esperanza que sale del corazón de Bartimeo con la convicción plena de que necesitamos que Jesús tenga compasión de nosotros y por eso no podemos callarnos ni dejar pasar la oportunidad de ser oídos porque sabemos que Él nunca dejará de escucharnos y que además tiene el poder para hacer "que veamos" y para no hacer caso de los que nos increpan para que nos callemos. Que nuestra vida sea una búsqueda constante del Maestro y nuestra oración una súplica permanente por su ayuda, ya que por la fe todo lo podemos.
Propósito: Hoy pediré al Señor su ayuda para mí y para todos los que están a mi alrededor.
                    ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO 
                                                                           Lunes. Noviembre 17 de 2014
J. RUIZ

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