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| Curación del hombre de la mano seca |
"...En aquel tiempo, entró Jesús en una sinagoga y había un hombre que tenía la mano paralizada. Los fariseos estaban al acecho a ver si le curaba en sábado para poder acusarle. Dice al hombre que tenía la mano seca: Levántate ahí en medio. Y les dice: ¿Es lícito en sábado hacer el bien en vez del mal, salvar una vida en vez de destruirla? Pero ellos callaban. Entonces, mirándoles con ira, apenado por la dureza de su corazón, dice al hombre: Extiende la mano. Él la extendió y quedó restablecida su mano. En cuanto salieron los fariseos, se confabularon con los herodianos contra él para ver cómo eliminarle".
Marcos 3, 1-6
No tenemos programado el tiempo para hacer el bien y el tiempo para hacer el mal. El bien hay que hacerlo en todo tiempo y en todo lugar. Y, a veces saltando normas que puedan, de alguna manera, ser beneficiosas, pero que no pueden prevalecer sobre el bien. Es el caso del hombre de la mano paralizada que, según los guardianes de la Ley, no podría ser curado en sábado porque este día estaba prohibido trabajar. Jesús les muestra que, si no se puede cumplir con las dos cosas, - hacer el bien y guardar la ley - es preferible siempre hacer el bien. Sin embargo ellos no lo quieren admitir así: No se alegran porque el hombre haya recibido el bien de la curación, sino que, furiosos, van a buscar alianza con otros para ver cómo pueden eliminar a ese criminal que se atreve a quebrantar la Ley, sin quererse dar cuenta de que la única ley que debe regir al hombre religioso y temeroso de Dios debe ser la Ley del Amor y del servicio a los demás.
Propósito: Hoy procuraré mirar, antes que nada, las posibles necesidades de los demás.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Miércoles. Enero 23 de 2013
J. RUIZ
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