Las doce columnas de la Iglesia. "...Subió Jesús al monte y llamó a los que él quiso; y vinieron donde él. Instituyó Doce, para que estuvieran con él, y para enviarlos a predicar con poder de expulsar los demonios. Instituyó a los Doce y puso a Simón el nombre de Pedro; a Santiago el de Zebedeo y a Juan, el hermano de Santiago, a quienes puso por nombre Boanerges, es decir, hijos del trueno; a Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago el de Alfeo, Tadeo, Simón el Cananeo y Judas Iscariote, el mismo que le entregó".
Marcos 3, 13-19
",,,y llamó a los que Él quiso". A todos Jesús nos ha llamado de algún modo y nos ha puesto una tarea: hacer el bien y predicar la Buena Noticia del Reino que con Él ha llegado hasta nosotros. Y Él es el que dispone la manera como cada uno podemos llevar adelante esa misión de construir el Reino: a algunos, como a los doce del comienzo, los utilizará como cimientos o columnas; otros podrán ser ladrillos; otros más, ventanas o puertas. En fin, es la vocación de cada uno, de acuerdo a los talentos poseídos, la que dirá a qué oficio hemos sido llamados. La cuestión ahora es nuestra respuesta. Si es pronta y decidida como la de los apóstoles, o si todavía dudamos de si, primero, nos quedamos a "enterrar a nuestros muertos". Escojamos lo más importante, "lo que verdaderamente importa", como María, la de Betania. Digamos "sí", y encontraremos la respuesta a nuestras inquietudes y con ella la paz que da la verdadera alegría al saber que escogimos lo mejor.
Propósito: Hoy reflexionaré sobre la clase de respuesta que yo estoy dando a mi vocación.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Viernes. Enero 23 de 2015
J. RUIZ
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