jueves, 16 de enero de 2014

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

 
Curación de un leproso
Curación de un leproso
   "...En aquel tiempo se acerca a Jesús un leproso suplicándole y, puesto de rodillas, le dice: Si quieres, puedes limpiarme. Compadecido de él, extendió su mano, le tocó y le dijo: Quiero; queda limpio. Y al instante, le desapareció la lepra y quedó limpio. Le despidió al instante prohibiéndole severamente: Mira, no digas nada a nadie, sino vete, muéstrate al sacerdote y haz por tu purificación la ofrenda que prescribió Moisés para que les sirva de testimonio. Pero él, así que se fue, se puso a pregonar con entusiasmo y a divulgar la noticia, de modo que ya no podía Jesús presentarse en público en ninguna ciudad, sino que se quedaba a las afueras, en lugares solitarios. Y acudían a él de todas partes".
                        Marcos 1, 40-45
       Si nosotros, en el Bautismo, hemos sido tocados por el amor de Dios en el don de la fe que allí recibimos, ¿porqué, al tener uso de razón, no decimos, como el leproso: "Señor, si quieres puedes limpiarme"? Dejémonos tocar por Jesús, pidámosle que lo haga, reconociendo que no estamos limpios y que así no podremos entrar en el Reino al Banquete de Bodas al que Él nos invita con la Buena Nueva. Jesús es infinitamente compasivo y misericordioso, y podemos tener la seguridad de que, si se lo pedimos, su respuesta será: "Quiero,  queda limpio".
Propósito: Hoy reconoceré que debo ser sanado de mis muchas lepras: egoísmo, envidia, maledicencia, falta de fe, y diré al Señor, como el leproso: Señor, si quieres, puedes limpiarme.
                      ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                       Jueves. Enero 16 de 2014
J. RUIZ

No hay comentarios:

Publicar un comentario