viernes, 10 de enero de 2014

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

Curación de un leproso
Curación de un leproso
   "...Y sucedió que, estando en una ciudad, se presentó un hombre cubierto de lepra que, al ver a Jesús, se echó rostro en tierra, y le rogó diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme. El extendió la mano, le tocó, y dijo: Quiero, queda limpio. Y al instante le desapareció la lepra. Y él le ordenó que no se lo dijera a nadie. Y añadió: Vete, muéstrate al sacerdote y haz la ofrenda por tu purificación como prescribió Moisés para que les sirva de testimonio. Su fama se extendía cada vez más y una numerosa multitud afluía para oírle y ser curados de sus enfermedades. Pero él se retiraba a los lugares solitarios, donde oraba".
                                                                          Lucas 5, 12-16
       Hoy tenemos, para aprender e intentar imitar, la fe y la humildad del enfermo que quiere ser sanado. La humildad para reconocerse enfermo y necesitado de ayuda. Y la fe y confianza en el poder de Jesús y en su sabiduría que será siempre capaz de discernir qué es lo que más conviene a nuestra situación particular, y el tiempo para ello. La "lepra" de nuestra soberbia, de nuestro egoísmo, de nuestro desprecio por los demás, los rencores que nos llenan de basura el corazón, nos tiene enferma el alma. Debemos, entonces, estar atentos al paso del Maestro para con el leproso decirle desde el fondo de nuestro corazón: "Señor, si quieres, puedes limpiarme".
Propósito: Hoy, y en adelante, confiaré en el poder y en la sabiduría del Señor, consciente de que Él es el dueño de la vida, del tiempo y de la historia.
                           ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                            Viernes. Enero 10 de 2014
J. RUIZ

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