UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

No juzguen y no serán juzgados    "...En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: Sed compasivos, como vuestro Padre es compasivo. No juzguéis y no seréis juzgados, no condenéis y no seréis condenados; perdonad y seréis perdonados. Dad y se os dará; una medida buena, apretada, remecida, rebosante pondrán en el halda de vuestros vestidos. Porque con la medida con que midáis se os medirá".                                      Lucas 6, 36-38        El Evangelio de hoy es corto pero sustancioso. Todo un programa de vida que, si lo cumpliéramos, como es nuestro deber, nos haría santos como nuestro Padre celestial: ser compasivos, tener dolor del corazón por algo malo que le pase a nuestros hermanos y buscar la manera de remediarlo; no juzgar a los demás, no hablar mal de nadie, sino, al contrario, decir bien (bendecir) de todos; no condenar a nadie por cualquier cosa y menos conociendo todas las culpas que nosotros mismos tenemos, sino encontrar la forma de excusar y perdonar siempre las imperfecciones de los otros, y, si de alguna manera alguien nos ofende, bregar por devolverle un bien. ¿Difícil? Talvez, pero hay alguien que sabe todo acerca del perdón, porque se pasa la vida perdonándonos a nosotros nuestras ofensas, y siempre está dispuesto a ayudarnos. Sólo basta pedirlo. Y, por último, dar con una buena medida, o, mejor dar sin medida, de buena gana y oportunamente, porque en la misma forma y con igual medida se nos dará a nosotros. Propósito: Hoy me cuidaré de hablar mal de nadie. Y, en adelante, si no tengo algo bueno que decir de alguno, me callaré.                         ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !                                                                          Lunes. Febrero 25 de 2013 J. RUIZ