lunes, 8 de octubre de 2018

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA


    "...En aquel tiempo, se presentó a Jesús un doctor de la ley para ponerlo a prueba y le preguntó: Maestro, ¿qué debo hacer para conseguir la vida eterna?. Jesús le dijo: ¿Qué es lo que está escrito en la ley? ¿Qué lees en ella?. El doctor de la ley contestó: Amarás al Señor tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con todo tu ser, y a tu prójimo como a ti mismo. Jesús le dijo: Has contestado bien; si haces eso, vivirás. El doctor de la ley para justificarse, le preguntó a Jesús: ¿Y quién es mi prójimo. Jesús le dijo: Un hombre que bajaba por el camino de Jerusalén a Jericó, cayó en manos de unos ladrones, los cuales lo robaron, lo hirieron y lo dejaron medio muerto. Sucedió que por el mismo camino bajaba un sacerdote, el cual lo vio y pasó de largo. De igual modo, un levita que pasó por ahí lo vio y siguió adelante. Pero un samaritano que iba de viaje, al verlo, se compadeció de él, se le acercó, ungió sus heridas con aceite y vino y se las vendó; luego lo puso sobre su cabalgadura, lo llevó a un mesón y cuidó de él. Al día siguiente sacó dos denarios, se los dio al dueño del mesón y le dijo: Cuida de él y lo que gastes de más, te lo pagaré a mi regreso. ¿Cuál de estos tres te parece que se portó como prójimo del hombre que fue asaltado por los ladrones?. El doctor de la ley le respondió: El que tuvo compasión de él. Entonces Jesús le dijo: Anda y haz tú lo mismo".
                                           Lucas 10, 25-37

      Mi prójimo es el que me necesita.- No importa que no sea de mi familia, ni mi amigo. Si me necesita, yo debo hacerme próximo - prójimo - a él, viéndolo con el corazón y acercándome para ver la forma de ayudarlo en su necesidad. La enseñanza de Jesús está dada, no como una lección teórica, sino como una manera práctica de actuar en el momento en que soy requerido para responder si amo a mi prójimo como a mí mismo, o no. Si coloco la necesidad de los demás antes que la mía, seguramente podré responder adecuadamente por ella y también por las mías, porque Jesús siempre estará allí para ayudarme en lo que me haga falta, porque Él sabe de mis carencias y debilidades y actúa siempre en función de su misericordia infinita, que es la más bella manifestación del amor.
Propósito: Hoy tendré presente en mis oraciones a alguien de quien no guste por algún motivo.
                  ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                            Lunes. Octubre 8 de 2018
J. RUIZ

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