martes, 2 de octubre de 2018

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA


   "...En cierta ocasión, los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron: ¿Quién es el más grande en el Reino de los cielos?.
Jesús llamó a un niño, lo puso en medio de ellos y les dijo: Yo les aseguro a ustedes que si no cambian y no se hacen como los niños, no entrarán en el Reino de los cielos. Así pues, quien se haga pequeño como este niño, ése es el más grande en el Reino de los cielos. Y el que reciba a un niño como éste en mi nombre, me recibe a mí. Cuidado con despreciar a uno de estos pequeños, pues yo les digo que sus ángeles, en el cielo, ven continuamente el rostro de mi Padre, que está en el cielo".
      Mateo 18, 1-5. 10

      Fue nuestra madre quien nos enseñó aquella primera oración que, talvez sin comprenderlo, acompañó nuestra infancia.- "Ángel de la guarda, mi dulce compañía...". ¡Y de cuántos malos momentos seguramente nos libró! Es la Providencia de ese Padre que no nos desampara nunca y que, aunque ya mayores, queramos racionalizar todos los misterios de su misericordia, Él no nos la retirará jamás. Entonces recordemos el libro del Éxodo 23, 20-23. Allí nos dice qué tenemos que hacer para poder gozar de esa ayuda maravillosa que, si lo queremos y no dejamos de ser niños, estará siempre con nosotros.
Propósito: Hoy volveré a rezar esa jaculatoria que me enseñó mi madre y procuraré seguirlo haciendo.
                         ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                   Martes. Octubre 2 de 2018

J. RUIZ
                                                                        

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