"...En aquel tiempo se acercaron a Jesús los fariseos y comenzaron a discutir con él, pidiéndole una señal del cielo, con el fin de ponerle a prueba. Jesús suspiró profundamente y dijo: ¿Por qué esta generación pide una señal? Yo os aseguro: no se dará, a esta generación ninguna señal. Y, dejándolos, se embarcó de nuevo, y se fue a la orilla opuesta".
Marcos 8, 11-13
No pidamos más señales a Jesús: Él no es un show-man, ni la fe es un espectáculo. Si no podemos verle en las maravillosas señales del diario acontecer - el continuo renacer de la vida, los signos espectaculares de la naturaleza recreándose cada día a pesar de la desidia del hombre - es que no queremos ver, talvez porque no es lo que esperamos ver: ostentación de grandezas y poder. La verdadera señal del poder de Dios tenemos que verla desde el sin-poder y la impotencia de Jesús colgado de la cruz, desde la simplicidad y la normalidad de una vida entregada totalmente y sin condiciones al Padre misericordioso y a los demás. Y tratar de reflejar esas señales en nuestra propia vida cotidiana de cosas simples y sencillas.
Propósito: Hoy me detendré a pensar un poco en las maravillas que suceden a mi alrededor.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Lunes. Febrero l3 de 2017
J. RUIZ
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