miércoles, 30 de marzo de 2016

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

"¡Quédate con nosotros, Señor, que ya a tardece!"   "...Dos discípulos de Jesús iban andando aquel mismo día, el primero de la semana, a una aldea llamada Emaús, distante unas dos leguas de Jerusalén; iban comentando todo lo que había sucedido. Mientras conversaban y discutían, Jesús en persona se acercó y se puso a caminar con ellos. Pero sus ojos no eran capaces de reconocerlo. Él les dijo: ¿Qué conversación es esa que traéis mientras vais de camino? Ellos se detuvieron preocupados. Y uno de ellos, que se llamaba Cleofás, le replicó: ¿Eres tú el único forastero en Jerusalén, que no sabes lo que ha pasado allí estos días? Él les preguntó: ¿Qué? Ellos le contestaron: Lo de Jesús el Nazareno, que fue un profeta poderoso en obras y palabras, ante Dios y ante todo el pueblo; como lo entregaron los sumos sacerdotes y nuestros jefes para que lo condenaran a muerte, y lo crucificaron. Nosotros esperábamos que él fuera el futuro liberador de Israel. Y ya ves: hace ya dos días que sucedió esto. Es verdad que algunas mujeres de nuestro grupo nos han sobresaltado: pues fueron muy de mañana al sepulcro, no encontraron su cuerpo, e incluso vinieron diciendo que habían visto una aparición de ángeles, que les habían dicho que estaba vivo. Algunos de los nuestros fueron también al sepulcro y lo encontraron como habían dicho las mujeres; pero a él no lo vieron. Entonces Jesús les dijo: ¡Qué necios y torpes sois para creer lo que anunciaron los profetas! ¿No era necesario que el Mesías padeciera esto para entrar en su gloria? Y, comenzando por Moisés y siguiendo por los profetas, les explicó lo que se refería a él en toda la Escritura. Ya cerca de la aldea donde iban, él hizo ademán de seguir adelante; pero ellos le apremiaron, diciendo: Quédate con nosotros, porque atardece y el día va de caída. Y entró para quedarse con ellos. Sentado a la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio. A ellos se les abrieron los ojos y lo reconocieron. Pero él desapareció. Ellos comentaron: ¿No ardía nuestro corazón mientras nos hablaba por el camino y nos explicaba las Escrituras? Y, levantándose al momento, se volvieron a Jerusalén, donde encontraron reunidos a los Once con sus compañeros, que estaban diciendo: Era verdad, ha resucitado el Señor y se ha aparecido a Simón. Y ellos contaron lo que les había pasado por el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan".
                                                               Lucas 24,13-35
       Después del desastre que comenzó con la traición de Judas y el prendimiento de Jesús en el Huerto de los Olivos y que terminó con su afrentosa muerte de cruz y su sepultura en en el jardín de José de Arimatea, los discípulos, llenos de miedo, temiendo por sus vidas, y desencantados y desilusionados por el fracaso de lo que creían iba a ser su liberación del imperio Romano, se desperdigaron cada uno por su lado y se escondieron a esperar que se fueran enfriando las cosas. Pero las cosas con Jesús son ya y ahora. En seguida comenzaron a suceder cosas raras: las mujeres que encuentran el sepulcro vacío y lo comunican a Pedro y a los que aún estaban con él; María Magdalena,a quien el Maestro saluda y la anima a no tener miedo; Pedro y Juan que llegan a verificar y éste que "vió y creyó". Y ahora Cleofás y otro -que somos cada uno de nosotros- que prefieren poner tierra de por medio y en el camino se encuentran con alguien que les reprocha su "necedad y torpeza" porque no quieren creer "lo que anunciaron los profetas" y que sienten que su corazón "ardía mientras nos hablaba por el camino". Eso es lo que busca Lucas al contarnos estas cosas: que abramos los ojos de nuestro corazón para que podamos "ver" y sentir "ardor" y creer que Jesucristo vive y la esperanza de la verdadera liberación está viva.
Propósito: Hoy procuraré "ver, creer y sentir ardor" para repetir con los discípulos de Emaús: "¡Quédate con nosotros, Señor, que ya atardece!"
     ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                      Miércoles. Marzo 30 de 2016
J. RUIZ

No hay comentarios:

Publicar un comentario