miércoles, 2 de diciembre de 2015

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

"Cuántos panes tenéis"   "...Pasando de allí Jesús vino junto al mar de Galilea; subió al monte y se sentó allí. Y se le acercó mucha gente trayendo consigo cojos, lisiados, ciegos, mudos y otros muchos; los pusieron a sus pies, y él los curó. De suerte que la gente quedó maravillada al ver que los mudos hablaban, los lisiados quedaban curados, los cojos caminaban y los ciegos veían; y glorificaron al Dios de Israel. Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: Siento compasión de la gente, porque hace ya tres días que permanecen conmigo y no tienen qué comer. Y no quiero despedirlos en ayunas, no sea que desfallezcan en el camino. Le dicen los discípulos: ¿Cómo hacernos en un desierto con pan suficiente para saciar a una multitud tan grande? Díceles Jesús: ¿Cuántos panes tenéis? Ellos dijeron: Siete, y unos pocos pececillos. El mandó a la gente acomodarse en el suelo. Tomó luego los siete panes y los peces y, dando gracias, los partió e iba dándolos a los discípulos, y los discípulos a la gente. Comieron todos y se saciaron, y de los trozos sobrantes recogieron siete espuertas llenas".
                                                             Mateo 15, 29-37
      Lo que Jesús siente por aquellos que le siguen es compasión y misericordia. Él se identifica con nuestro sufrimiento y con nuestras necesidades, y su corazón, compasivo y misericordioso, no soporta el no hacer nada. Simplemente muestra que el compartir soluciona las carencias de todos. El hambre que hoy padecen tantos pueblos de la tierra no es porque no haya recursos: es porque lo que hay que, compartido, alcanzaría para todos y sobraría, no basta para satisfacer la ambición de tantos que sólo quieren acaparar y amontonar bienes y riquezas, sin querer entender que no podrán utilizar todo eso y tampoco se lo podrán llevar a ninguna otra parte. Aprendamos esa lección hoy: compartir lo mucho o lo poco que tengamos, porque las penas y las necesidades compartidas, son menos, y las alegrías y satisfacciones compartidas, son más. 
Propósito: Hoy pediré al Señor me enseñe a compartir, sin medir si es poco o mucho lo que tengo, sino con amor y servicio a los demás.  
                           ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                                 Miércoles. Diciembre 2 de 2015
J. RUIZ

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