domingo, 13 de agosto de 2017

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

   "...Después que se sació la gente, Jesús apremió a sus discípulos a que se subieran a la barca y se adelantaran a la otra orilla, mientras Él despedía a la gente. Y, después de despedir a la gente, subió al monte a solas para orar. Llegada la noche, estaba allí solo. Mientras tanto la barca iba ya muy lejos de tierra, sacudida por las olas, porque el viento era contrario. De madrugada se les acercó Jesús andando sobre el agua. Los discípulos, viéndole andar sobre el agua, se asustaron y gritaron de miedo, pensando que era un fantasma. Jesús les dijo enseguida: ¡Animo, soy yo, no tengáis miedo! Pedro le contestó: Señor, si eres tú mándame ir hacia ti andando sobre el agua. Él le dijo:Ven. Pedro bajó de la barca y se echó a andar sobre el agua acercándose a Jesús; pero, al sentir la fuerza del viento, le entró miedo, empezó a hundirse y gritó: Señor, sálvame. Enseguida Jesús extendió la mano, lo agarró y le dijo: ¡Qué poca fe! ¿Por qué has dudado? En cuento subieron a la barca, amainó el viento. Los de la barca se postraron ante Él diciendo: Realmente eres Hijo de Dios".
          Mateo 14, 22-33
       Como Pedro, tenemos que ser salvados de las aguas.- Porque, por nuestra poca fe, vivimos hundidos en las aguas procelosas  y borrascosas de la vida en este mundo convulsionado por el mal en todo momento. Durante toda esta semana Jesús ha venido recordándonos la necesidad de la fe en el proceso de la salvación para el Nuevo Reino de justicia y paz que Él ha venido a instaurar en el mundo. Y, aunque la fe es un don gratuito de su infinita misericordia, sí debemos conservarla y aumentarla con nuestro propio esfuerzo, por medio de la oración y de la comunicación permanente con Él, para exponerle nuestras necesidades  y para ir recibiendo de Él las instrucciones para seguir la voluntad del Padre, sin la cual nada nos será posible. Pero si, por cualquier motivo no lo hemos hecho, no nos desesperemos y confiemos plenamente en sus palabras: "¡Ánimo, soy yo, no tengáis miedo!",  y pensemos que "realmente Él es Hijo de Dios".
Propósito: Hoy, en la Santa Misa, pondré todo en manos de Dios y lo dejaré allí para que Él se encargue.
                     ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                                      Domingo. Agosto 13 de 2017
J. RUIZ 

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