"...En aquel tiempo, mientras Jesús y los discípulos recorrían juntos la Galilea, les dijo Jesús: Al Hijo del Hombre lo van a entregar en manos de los hombres, lo matarán, pero resucitará al tercer día. Ellos se pusieron muy tristes. Cuando llegaron a Cafarnaún, los que cobraban el impuesto de las dos dracmas se acercaron a Pedro y le preguntaron: ¿Vuestro Maestro no paga las dos dracmas? Contestó: Sí. Cuando llegó a casa, Jesús se adelantó a preguntarle: ¿Qué te parece, Simón? Los reyes del mundo, ¿a quién le cobran impuestos y tasas, a sus hijos o a los extraños? Contestó: A los extraños. Jesús le dijo: Entonces, los hijos están exentos. Sin embargo, para no darles mal ejemplo, ve al lago, echa el anzuelo, coge el primer pez que pique, ábrele la boca y encontrarás una moneda de plata. Cógela y págales por mí y por ti".
Mateo 17, 22-27
Jesús no quería dar mal ejemplo. Y por eso manda a Pedro a que pague el impuesto que debían los dos, según las autoridades. Y, aunque hoy día sabemos que los impuestos no siempre van a cumplir con los objetivos para los que han sido creados, como son: la salud, la educación y, en fin, el bienestar de las comunidades, nos está enseñando que debemos tratar de cumplir lo mejor posible con ellos. con la esperanza de que, con su ayuda, algún día iremos contribuyendo a formar una sociedad más humana y justa, que sea capaz de pensar, primero que todo, en los demás.
Propósito: Hoy revisaré cómo van mis obligaciones tributarias.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
Lunes. Agosto 8 de 2016
J. RUIZ
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