domingo, 28 de agosto de 2016

UN TIEMPITO PARA DIOS Y SU PALABRA

    "...En aquel tiempo, entró Jesús un sábado en casa de uno de los principales fariseos para comer, y ellos le estaban espiando. Notando cómo los invitados elegían los primeros puestos, les dijo una parábola: Cuando seas convidado por alguien a una boda, no te pongas en el primer puesto, no sea que haya sido convidado por él otro más distinguido que tú, y viniendo el que os convidó a ti y a él, te diga: Deja el sitio a éste, y entonces vayas a ocupar avergonzado el último puesto. Al contrario, cuando seas convidado, vete a sentarte en el último puesto, de manera que, cuando venga el que te convidó, te diga: Amigo, sube más arriba. Y esto será un honor para ti delante de todos los que estén contigo a la mesa. Porque todo el que se ensalce, será humillado; y el que se humille, será ensalzado. Dijo también al que le había invitado:Cuando hagas una comida o una cena, no llames a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a los parientes , ni a los vecinos ricos, no sea que ellos, a su vez, te inviten y tengas ya tu recompensa. Cuando hagas una comida llama a los pobres, a los tullidos, a los cojos y a los ciegos, y tendrás la dicha de que no puedan pagarte, porque recibirás la recompensa en la resurrección de los justos".
                                                               Lucas 14,1. 7-11
      Hoy es es Evangelio de la Humildad.  Y la verdadera humildad consiste en ser conscientes de lo insignificantes que somos en el concierto universal, por lo que no tenemos ninguna razón para creernos más que ninguno. Y el lugar más adecuado para conseguir esto es, como nos dice Jesús, el último de la concurrencia. De allí sólo podremos ser movidos hacia adelante y hacia arriba. Y nos lo dice quien, como Creador y Dueño del universo, "no vino a ser servido, sino a servir". No tengamos repugnancia ni pena de estar con los últimos de la sociedad: pobres, ancianos abandonados, desplazados, enfermos. Es a ellos a quienes podremos "lavar los pies" para dar utilidad a la toalla y al platón que Jesús nos dejó como recuerdo en su última comida. 
Propósito: Hoy, y en adelante, procuraré no juzgar a nadie para creerme más que él; ni a mí mismo para creerme menos que nadie. 
             ¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
                                                              Domingo. Agosto 28 de 2016
J. RUIZ

No hay comentarios:

Publicar un comentario