Los discípulos siguieron a Jesús pero cuando las cosas en la barca, por el camino, se pusieron difíciles, tuvieron miedo porque dudaron. No estaban aun convencidos de que Jesús pudiera sortear estos problemas y sacarlos adelante. Talvez nos pasa a nosotros cuando nos da temor de seguir a Jesús, dejando atrás la comodidad y seguridad de nuestra casa, de nuestra vida con salud, techo y alimento más o menos seguros, por algo un tanto incierto, en donde no sabemos qué es lo que el futuro nos pueda deparar. Nos conformamos con "las cebollas de Egipto" en lugar de ir en busca de la Tierra Prometida. Pero Él, que tanto y tan bien nos conoce, nos recrimina nuestra falta de fe, a la vez que nos anima a no tener miedo, a confiar. Reconozcamos, pues, su poder y su bondad, y confiémonos, abandonémonos a ellos, y no habrá mar embravecida ni vientos huracanados que puedan detenernos.
Propósito: Hoy, y en adelante, tendré que aprender a abandonarme a la Providencia divina del Padre, pues en ella todo está previsto para mí.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
J. RUIZ
No hay comentarios:
Publicar un comentario