Y ¿ cuáles son las riquezas que guardamos en nuestro corazón? Si son bienes, posesiones y dinero no debemos olvidar que esta moneda sólo circula acá en la tierra, en donde sólo estamos de pasada. En el Reino a que estamos destinados son otros los tesoros: amor a Dios y a los demás, demostrados en acogida, misericordia y servicio. Y éstos, además, no se pudren, como los billetes; ni se apolillan, como los papeles-valores; ni se los roban los ladrones. Ni, mucho menos, nos causan angustia permanente pensando en que se nos pueden acabar. No. Si acumulamos de esos "tesoros" en la bodega del cielo, que es donde ellos se guardan, los tendremos para siempre y siempre estarán a nuestra disposición y produciendo réditos al ciento por uno.. Meditemos un poco en qué es lo que más nos conviene hacer.
Propósito: Hoy examinaré qué es lo que hay en mi corazón.
¡ FELIZ DÍA, JESÚS VIVE Y YO LO CREO Y LO PROCLAMO !
J. RUIZ
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